Innovación educativa en la enseñanza del Arte Culinario  

Innovación educativa en la enseñanza del Arte Culinario  

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Innovación educativa en la enseñanza del Arte Culinario  

 Validación del modelo híbrido de Jonassen en la formación gastronómica universitaria 

Autora: Diana Michelle Rivera Carrillo

La enseñanza del arte culinario está atravesando una transformación significativa. Tradicionalmente vinculada a la práctica artesanal, la repetición constante y la imitación del maestro, hoy esta disciplina evoluciona hacia modelos educativos que integran la tecnología, el pensamiento crítico y el enfoque constructivista.  

Desde esta perspectiva, se propuso un modelo híbrido de enseñanza-aprendizaje basado en el diseño instruccional de David Jonassen, adaptado específicamente a la formación profesional en la Licenciatura en Arte Culinario. La iniciativa fue liderada por Diana Michelle Rivera Carrillo, profesora de la Universidad de Celaya, con la participación de la Dra. Vanessa del Carmen Muriel Amezcua, académica de la Universidad Autónoma de Querétaro, quien aportó su experiencia en la validación metodológica desde el enfoque de Investigación Basada en Diseño (IBD).  

El estudio fue publicado en la Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo (RIDE) bajo el título “Validación de diseño instruccional híbrido Jonassen para la enseñanza-aprendizaje de Arte Culinario”, y constituye una aportación relevante en el ámbito de la pedagogía gastronómica, al proponer una integración eficaz de herramientas digitales, metodologías activas y principios constructivistas.  

La enseñanza gastronómica tiene una larga tradición centrada en el aprendizaje por observación, la ejecución práctica y la repetición técnica. No obstante, los cambios en el ámbito educativo durante el siglo XXI (acelerados por la pandemia global de 2020) impulsaron una necesaria reconfiguración del modelo formativo, especialmente en disciplinas predominantemente prácticas como la cocina.  

El modelo desarrollado demuestra que el uso estratégico de la tecnología puede enriquecer la experiencia educativa, fomentar la autonomía del estudiante, ampliar las oportunidades de aprendizaje y mantener la esencia práctica del arte culinario. Inspirado en las teorías constructivistas de Piaget, Vygotsky, Ausubel y Jonassen, el enfoque aplicado concibe al estudiante como un agente activo que construye su conocimiento a partir de la experiencia, el análisis y la resolución de problemas reales en contextos gastronómicos.  

El modelo se estructura en seis etapas clave, tomando como base el diseño instruccional de Jonassen (2000), centrado en la resolución de problemas auténticos y la participación del estudiante:  

  1. Planteamiento del problema: presentación de un reto culinario que estimula la reflexión y la toma de decisiones.  
  1. Casos relacionados: análisis de ejemplos previos que orientan el proceso de solución.  
  1. Recursos de información: incorporación de materiales digitales, audiovisuales y bibliográficos para fortalecer la fundamentación teórica.  
  1. Herramientas cognitivas: desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico, la síntesis y el análisis.  
  1. Colaboración: promoción del trabajo en equipo y la construcción colectiva del conocimiento.  
  1. Asistencia contextual: acompañamiento docente adaptado a las necesidades específicas de cada estudiante.  

Este modelo convierte el aula híbrida en un entorno dinámico, donde el conocimiento culinario se practica, se reflexiona, se argumenta y se construye colectivamente.  

Investigación Basada en Diseño: rigor metodológico en la práctica educativa  

Para validar la viabilidad y pertinencia del modelo, se empleó la Investigación Basada en Diseño (IBD), una metodología que articula teoría y práctica mediante procesos iterativos de mejora en contextos reales. Esta estrategia permitió evaluar la efectividad del modelo dentro del entorno académico de la Universidad de Celaya.  

La implementación se llevó a cabo en la asignatura Técnicas Culinarias I, con estudiantes de primer año de la Licenciatura en Arte Culinario. Los grupos incluyeron entre 15 y 26 estudiantes. La evaluación del modelo se realizó a través de dos instrumentos:  

  • Un cuestionario diagnóstico cualitativo, validado por expertos, que permitió identificar necesidades de rediseño curricular.  
  • Un análisis cuantitativo de desempeño académico, que midió la correlación entre el modelo aplicado y los resultados obtenidos por los estudiantes.   

Ambas herramientas evidenciaron que el modelo híbrido es funcional, pertinente y eficaz, logrando integrar recursos digitales sin perder el carácter práctico del aprendizaje gastronómico.  

Resultados: equilibrio entre práctica y teoría  

Los resultados del estudio reflejan una mejora sustancial en el desempeño del estudiantado. El promedio general alcanzado fue de 83 puntos en la evaluación práctica y 72 en la teórica, lo cual indica un equilibrio positivo entre las competencias técnicas y conceptuales.  

Además, solo el 9.5 % del alumnado no acreditó la asignatura, lo que representa una mejora respecto a ciclos anteriores. En cuanto a la percepción del curso, el 100 % de los estudiantes valoró positivamente la estructura y los materiales del curso, y el 90 % destacó el impacto del trabajo colaborativo en su proceso de aprendizaje.  

También se identificaron áreas de mejora relacionadas con la accesibilidad tecnológica y la motivación en entornos virtuales, elementos clave para asegurar la permanencia y el compromiso estudiantil. La retroalimentación oportuna es esencial para mantener la motivación, lo cual refuerza la necesidad de fortalecer la interacción a través de recursos multimedia y tutorías personalizadas.  

El aula híbrida es una extensión natural de la cocina: un espacio donde la creatividad, la reflexión y la tecnología se mezclan para dar sabor al conocimiento.” (Rivera Carrillo, 2025)  

El modelo híbrido propuesto no pretende sustituir la enseñanza presencial, sino complementarla mediante recursos digitales que promuevan la autonomía, la autoevaluación y la reflexión. En este nuevo paradigma, el rol del docente se redefine como diseñador de experiencias de aprendizaje, capaz de integrar videos, rúbricas digitales, foros de discusión y simuladores culinarios.  

Esta propuesta fortalece competencias para la formación del chef contemporáneo, como el liderazgo, la autorregulación, la creatividad y el pensamiento crítico, alineándose con las exigencias del entorno profesional marcado por la Industria 4.0.  

El modelo también incorpora una dimensión ética y social. La enseñanza del arte culinario no solo debe enfocarse en la técnica, sino también en formar profesionales conscientes de su entorno, sensibles ante problemáticas como el desperdicio alimentario, la sostenibilidad, la identidad cultural y la equidad laboral.  

Desde una perspectiva constructivista, el aprendizaje culinario se convierte en un espacio de desarrollo personal, empatía y ciudadanía. En esta visión, el error es parte del proceso y debe ser asumido como una oportunidad de mejora y crecimiento tanto en el ámbito pedagógico como en la práctica gastronómica.  

Líneas de investigación futura  

El estudio plantea diversas rutas para profundizar en la relación entre pedagogía, tecnología y gastronomía:  

  • Analizar la influencia del constructivismo individual en la formación de la identidad profesional del futuro chef.  
  • Estudiar el impacto del aprendizaje colaborativo digital en el rendimiento y la creatividad gastronómica.  
  • Explorar la relación entre pensamiento crítico y autonomía en la toma de decisiones culinarias.  
  • Investigar el rol del docente como mediador entre la tradición y la innovación educativa.  
  • Diseñar estrategias metacognitivas con apoyo tecnológico para fortalecer la reflexión y creatividad en la práctica.  

Estas líneas enriquecen el campo de la investigación académica, que también promueven una visión más inclusiva, sostenible y humana de la educación gastronómica en México y América Latina.  

Conclusión: una educación con ciencia, sabor y propósito  

La propuesta pedagógica demuestra que la integración estratégica de tecnología y teoría educativa puede mejorar sustancialmente la enseñanza del arte culinario. El modelo híbrido favorece el equilibrio entre la teoría y la práctica, incrementa la motivación estudiantil y responde a las exigencias del entorno profesional actual.  

El proyecto fue financiado por el entonces Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) y cofinanciado por la Universidad de Celaya, lo que reafirma el compromiso con la generación de propuestas educativas rigurosas, creativas y con sentido humano.  

En un contexto donde la educación híbrida se consolida como tendencia, esta investigación demuestra que la gastronomía puede enseñarse con pasión, método y tecnología, manteniendo viva su esencia artística y su función social. El fuego del conocimiento sigue encendido, ahora también en el aula digital.  

Referencia  

Rivera Carrillo, D. M. (2025). Validación de diseño instruccional híbrido Jonassen para la enseñanza-aprendizaje de Arte Culinario. Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo (RIDE), 15(30). https://doi.org/10.23913/ride.v15i30.2467 

El impacto de la viralidad en redes sociales en la carrera de artistas emergentes: ¿es una oportunidad real o solo espejismo fugaz? 

El impacto de la viralidad en redes sociales en la carrera de artistas emergentes: ¿es una oportunidad real o solo espejismo fugaz? 

Autora: Samantha Valeria Campos Jaramillo 

El caso de Macario Martínez, un recolector de basura cuya voz llegó a millones a través de TikTok, me hace cuestionar si es que existe una relación entre talento, esfuerzo y las oportunidades que ofrece nuestro sistema. Su historia, viralizada en un video de aproximadamente 40 millones de reproducciones captura la esencia de un artista, pero también expone las profundas desigualdades que muchos enfrentan. ¿Es el éxito de Macario un golpe de suerte o el reflejo de un sistema que exige milagros para prosperar? 

La narrativa del trabajo duro a menudo simplifica la realidad, ignorando las barreras sistémicas que enfrentan millones. El ascenso de Macario, aunque inspirador, no debe cegarnos ante la realidad de que muchos artistas talentosos nunca tendrán su oportunidad. La industria musical, a menudo, romantiza la pobreza y perpetúa la meritocracia, promoviendo la idea de que el éxito depende únicamente del esfuerzo individual. Sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nos muestra que la clase media en México se define por factores multidimensionales como ocupación, vivienda, acceso a servicios, no solo por ingresos. Y la realidad es que, a pesar de las largas jornadas laborales, muchos trabajadores no alcanzan la solvencia económica. 

Un término necesario de mencionar es la pornomiseria. De acuerdo con la CNDH se define como la mercantilización de la miseria a través de medios y formas estéticas que romantizan la pobreza. Al destacar la condición de recolector de basura de Macario, se explota una imagen de vulnerabilidad para generar impacto emocional. Esta práctica, que busca atraer la atención a través de la exposición de la pobreza, plantea serias cuestiones éticas. Se estigmatiza una profesión, al mismo tiempo que se intenta ensalzar al individuo. Es aquí donde se encuentra la principal diferencia de otros músicos que deben de trabajar en otras cosas para solventar su carrera artística, y es que a ellos no se les etiqueta de esa forma. 

La historia de Macario nos conecta con la lucha de muchos que buscan convertir sus pasiones en una vida digna, pero también nos recuerda que la viralidad no puede solucionar los problemas sistémicos. Como lo exponen Hasan, B., Lukowicz, P., & Song, C. (2022) donde la misma puede incluso afectar el comportamiento de las personas. Por ello, la viralidad es impredecible y no es capaz de cambiar las condiciones materiales que generan este problema. La historia de Macario puede sonar como otro caso de superación personal, pero creo que es un síntoma de algo más profundo.  

Oliveiraet al. (2024) sugieren que el contenido viral puede predecir el éxito futuro en la música, pero no es una correlación universal. Este sistema económico no garantiza una recompensa justa para todos los que luchan. Y al enfocarnos solo en el esfuerzo individual, dejamos de lado lo más importante: la discusión sobre por qué millones de personas tienen que estar en una situación como la de Macario. 

En la era digital, la presencia en línea se ha convertido en un factor determinante para el avance profesional en las artes, tal como lo señalan Petrides y Vila de Brito (2024). Las plataformas digitales ofrecen una visibilidad sin precedentes, permitiendo a los artistas conectar con audiencias globales. Sin embargo, esta visibilidad no siempre se traduce en éxito económico o estabilidad profesional. La gestión de la presencia digital requiere una estrategia cuidadosa y constante, y la viralidad, aunque deseable, sigue siendo un fenómeno impredecible. Esta, aunque poderosa, es efímera. Estudios como los de Oliveira et al. (2024), y Garimella y West (2019) demuestran que, si bien la presencia digital es importante, no garantiza el éxito a largo plazo. 

Para mi este caso particular es un síntoma de un sistema que obliga a las personas a vivir en condiciones precarias y a depender de golpes de suerte. ¿Queremos perpetuar un modelo de vida donde el éxito depende del azar, o construir un futuro donde el talento y el esfuerzo sean justamente recompensados? Este debate presenta la oportunidad de crear una sociedad más equitativa, donde la oportunidad no sea un privilegio, sino un derecho. 

Referencias: 

• Garimella, A., & West, M. (2019). Hot Streaks of User Impact on Twitter. Proceedings of the International AAAI Conference on Web and Social Media, 13(1), 191-198. 

• Hasan, B., Lukowicz, P., & Song, C. (2022). Going Viral: How Sharing Scientific Content on Social Media Affects Scientists’ Behavior. Proceedings of the ACM on Human-Computer Interaction, 6(CSCW2), 481–505. 

• Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (s.f.). Clase media en México. Recuperado el [24 de febrero de 2025], de (https://www.inegi.org.mx/). 

• Oliveira, D., Ferreira, F., & Mendonça, P. (2024). Can Viral Content Forecast Future Success? Evidence from the Music Industry. Journal of Business Research, 172, 114497. 

• Petrides, A., & Vila de Brito, A. (2024). Digital Presence and Career Advancement in the Arts. Journal of Arts Management, Law, and Society, 14(1), 1-16. 

Perspectiva histórica sobre las advertencias ambientales 

Perspectiva histórica sobre las advertencias ambientales 

Autor: Diego Albores Villalpando 

¿Por qué ignoramos las advertencias sobre el cambio climático hasta que sus efectos son irreversibles? Si los científicos advirtieron sobre el cambio climático desde hace décadas, ¿por qué no se tomaron más medidas a tiempo?  

¿Cómo la desinformación y la inacción han agravado la crisis ambiental? 

Nuestro mundo ha estado sufriendo una serie de cambios sin precedentes en las últimas décadas, como las olas de calor cada vez más intensas que han sofocado comunidades de todo el mundo, los incendios forestales que han arrasado decenas de miles de hectáreas en un abrir y cerrar de ojos o los huracanes que han trastornado los cimientos de comunidades enteras y han dejado heridas que aún no se han curado. Todas estas son consecuencias devastadoras del cambio climático, pero ¿podrían haberse evitado? ¿Había forma de que se hubieran podido mitigar sus graves consecuencias? 

Desde la década de los 70, los científicos del mundo han descubierto advertencias ambientales respaldadas por evidencia científica documentada. Estas advertencias han pasado casi desapercibidas en su totalidad, perdidas en revistas de todo el mundo. Existe evidencia de que los científicos emitieron advertencias tempranas sobre problemas ambientales importantes, a menudo décadas antes de que se tomaran medidas.  

Primeramente, ¿qué son las advertencias ambientales? Las advertencias ambientales son signos de cambios en el medio ambiente que indican que algo está mal. La causa principal de estas alertas es el factor humano, la actividad humana. La contaminación del aire, el agua y el suelo, la deforestación, los incendios forestales, la pesca excesiva y el cambio climático son solo algunos de los factores que se representan en las alertas ambientales. 

En 1971 se produjo la primera prueba directa de que una empresa estaba consciente de la ciencia del clima. La revista de la empresa de petróleo Total, Total Information, publicó un artículo titulado “Contaminación atmosférica y clima” (Durand-Dastès, 1971). En el artículo se afirmaba: 

“Desde el siglo XIX, los seres humanos queman cantidades cada vez mayores de combustibles fósiles, lo que se traduce en la liberación de enormes cantidades de dióxido de carbono […] La cantidad total de dióxido de carbono presente en la atmósfera ha aumentado considerablemente […] El aumento ha sido de alrededor del 15% en los últimos 150 años, lo que no es despreciable. Y […] si el consumo de carbón y petróleo sigue el mismo ritmo en los próximos años, la concentración de dióxido de carbono alcanzará las 400 partes por millón hacia 2010 […]”. 

Sin duda alguna podría verse como un parteaguas en la concientización, pero la verdad es que, a pesar de que la revista era el órgano de comunicación interna y externa de la empresa, leída por directivos, empleados y socios comerciales y estaba disponible para el público en la Biblioteca Nacional de Francia, realmente tuvo poco impacto en la sociedad general. No se realizaron cambios en las políticas de las empresas petroleras como era esperado y el número editorial cayó olvidado en los archivos de la empresa en Courbevoie, Francia.  

En esta perspectiva descubrimos que los historiadores ambientales han demostrado que la preocupación por el medio ambiente no es algo nuevo y que las advertencias sobre el daño al planeta existen desde antes de que en las últimas décadas del siglo XX y comienzos del XXI se hablara tanto de sostenibilidad. En este sentido, el Antropoceno puede verse como una historia en la que las personas eligieron ignorar ciertos problemas y justificaron sus acciones, lo que permitió que actividades humanas y estrategias de negocio siguieran afectando cada vez más al planeta. En los estudios de ciencia y tecnología, se ha analizado cómo la ignorancia no es simplemente la falta de conocimiento, sino algo que puede ser creado de manera intencional por ciertos grupos sociales, un proceso conocido como “agnogénesis” (Proctor, 2008), es decir, la creación deliberada de ignorancia, desinformación o falta de conocimiento. 

En el ámbito del cambio climático, el término «agnotología» se ha utilizado para explicar cómo algunas industrias han desacreditado el consenso científico y han llevado a cabo campañas de presión política (Oreskes y Conway, 2010), para en su lugar difundir información incorrecta o crear ignorancia deliberadamente acerca de los efectos dañinos al medio ambiente. También se ha empleado para señalar estrategias de manipulación del discurso y la diferencia entre lo que las empresas saben internamente y lo que comunican al público, tal como pasó con la revista de Total Information en 1971. 

Un obstáculo significativo para la acción climática es la brecha de percepción. Un análisis de Our World in Data (H. Ritchie, 2024) muestra que el 69% de las personas en 125 países están dispuestas a donar el 1% de sus ingresos para enfrentar el cambio climático. Sin embargo, cuando se les preguntó cuántas personas en su país harían lo mismo, estimaron solo un 43%. Esta subestimación ocurre en todos los países y afecta la movilización social, ya que muchas personas creen erróneamente que están solas en su preocupación ambiental. Esta brecha de percepción es particularmente llamativa cuando se analizan las diferencias entre países. En Bangladesh, el 83% de la población se mostró dispuesta a donar, en comparación con solo el 48% en Reino Unido o EE.UU. Esto sugiere que la percepción del riesgo influye en la acción: las comunidades que ya enfrentan desastres climáticos están más dispuestas a actuar. 

Así mismo, esta brecha en la percepción afecta la falta de reacción ante problemas ambientales específicos. Un claro ejemplo es la deforestación, que es una de las principales advertencias ambientales ignoradas por décadas, con consecuencias irreversibles en la biodiversidad, el equilibrio climático y la calidad de vida de las poblaciones humanas. Tal como se menciona en el documental inglés The Charcoal People (2000), la tala de árboles para producir carbón, el cual es destinado exclusivamente a las fábricas de acero tanto en Brasil como en países industrializados como Estados Unidos, Japón y Europa, ha llegado a tal punto que en Brasil una superficie del tamaño de Francia, ha quedado completamente deforestada en los últimos años. La tala indiscriminada de bosques para la expansión agrícola, la urbanización y la explotación comercial ha provocado la pérdida de millones de hectáreas de selvas y bosques cada año en todo el mundo, no solo en Brasil. 

De acuerdo con un artículo de la revista Yale Climate Connections (Ponce, 2025) la deforestación tropical es responsable del 10 % de las emisiones globales de carbono, agravando el cambio climático y reduciendo la capacidad del planeta para absorber CO₂. Además, la desaparición de ecosistemas forestales ha llevado a la extinción de miles de especies y ha alterado los ciclos del agua, incrementando la desertificación y la vulnerabilidad ante fenómenos meteorológicos extremos. 

Ante estos desafíos, ¿cómo podemos contrarrestar la agnogénesis y la brecha de percepción? 

Uno de los primeros pasos a tomar es la divulgación científica accesible y masiva. Proyectos como Climate Feedback, donde científicos verifican información sobre cambio climático en los medios, o Skeptical Science, que desmiente mitos ambientales con datos verificables, han demostrado ser herramientas efectivas para combatir la desinformación a nivel global.  

Moda y vacío emocional: ¿Somos esclavos del hiperconsumo en la era de la inmediatez?   

Moda y vacío emocional: ¿Somos esclavos del hiperconsumo en la era de la inmediatez?   

Autora: Ángela Ainhoa González García 

Son incontables las veces que me he encontrado agregando productos a mi carrito que ni siquiera voy a comprar, o las veces que he ido con amigos a la plaza a comprar ropa como actividad recreativa. ¿Te ha pasado? ¿Cuántas veces no te has puesto feliz cuando llega un paquete? 

Hoy en día nos encontramos viviendo en un mundo globalizado, donde ya no solo consumimos por necesidad, lo hacemos por las sensaciones que nos causa está actividad. Gilles Lipovetsky en su ensayo La felicidad paradójica menciona que los estilos de vida y los placeres son cada vez más dependientes del sistema de moda comercial. Pero ¿cómo llegamos hasta aquí? ¿El consumismo en la moda es algo nuevo? 

La realidad es que el consumismo ha existido desde el siglo XI, a finales de la Edad Media. Historiadores del vestido como Matthäus Schwarz han reportado conductas que se relacionan con los ciclos de moda rápida y aunque, evidentemente, no es la misma velocidad de producción y cambio, tienen una misma raíz (Lipovetsky, G. 1987). 

En la moda de antaño lo que cambiaba más rápido eran los accesorios (y alguna que otra forma en la ornamentación de las prendas). Los cambios en ropa no eran tan visibles como en las tendencias actuales debido a las técnicas y procesos de producción, sin embargo, esta necesidad de reinvención constante se hacía presente y parece ser una carrera inalcanzable por convertirnos en una versión mejorada de nosotros mismos, aun así ¿realmente está búsqueda nos hace felices? 

La cultura de la inmediatez nos ha acostumbrado a obtener las cosas de manera casi instantánea, generando un placer momentáneo. A pesar de esto, esa satisfacción efímera deja un vacío emocional en el consumidor que, paradójicamente, lo motiva a seguir comprando. En una era donde el contexto social es cada vez más difícil, donde el desastre político, económico y emocional nos rodea; es importante reflexionar sobre los factores que hay detrás de nuestros comportamientos de compra. 

Ya no solo se trata de consumir para satisfacer necesidades materiales, ahora también lo hacemos para erradicar nuestros problemas emocionales. Cada compra se convierte en una promesa de bienestar, de reconocimiento y de pertenencia; consumir deja de ser una acción práctica y se convierte en una forma de validación exterior. 

Como seres humanos estamos en constante búsqueda de aceptación, ser parte de las tendencias alimenta nuestro ego y lo que se conoce como narcisismo moderno. Ahora, así validamos nuestra identidad y autoestima; empezamos a comprar para proyectar felicidad, confianza y éxito; proyectar esa vida que solo vemos retratada en redes sociales. 

Las plataformas como Instagram o TikTok con su característico contenido aspiracional nos llenan de expectativas inalcanzables que creemos que debemos cumplir. Así mismo, algunos influencers nos venden necesidades que realmente no tenemos o símbolos de estatus que no requerimos. 

Las redes sociales afectan negativamente la percepción que tenemos sobre nosotros mismos y la vida que vivimos, tanto que nuestra vista se nubla cuando nos enteramos de las repercusiones ambientales que tienen nuestros actos. Por ello, no es imposible pensar que las compras desmedidas pueden ser catalogadas como una adicción, y es así como lo retratan Soares, L. y Moniz, S. (2008), que identificaron que los mismos genes implicados en el desarrollo de adicciones a sustancias, también se descubrieron en comportamientos compulsivos. 

Además, se encontró que estas conductas tienen el mismo efecto en el sistema neurológico que el abuso de sustancias, pues repercuten en áreas del cerebro como el córtex y las amígdalas. 

Es inevitable preguntarse si este consumo busca llenar un vacío que en realidad no se puede saciar únicamente con cosas materiales. Nos envolvemos en un círculo vicioso ¿Es el consumismo la respuesta a todo el desastre político y emocional que nos rodea? 

En el libro La modernidad líquida, Bauman (1999) utiliza esta metáfora de la liquidez como el cambio constante en el consumo, pues más allá de este medio para satisfacer nuestras necesidades ha servido como alivio de malestar emocional, algo que se vio ampliamente reflejado en la pandemia que se vivió en 2020. 

A partir de la crisis del COVID -19 estos comportamientos compulsivos fueron más notorios. Como se sabe, durante este periodo las tasas de ansiedad, depresión y otros trastornos mentales fueron en aumento (Nadine, K. & Sadina, M., 2022). En respuesta a esto, trajeron consigo mecanismos de comportamiento que ayudaron a afrontar la realidad, las compras compulsivas actuaron como un liberador de emociones negativas. 

La salud mental sí tiene un impacto en el comportamiento híperconsumista. Las compras desmedidas son el resultado de un mecanismo de defensa ante situaciones complicadas, son utilizadas como un mecanismo de control ante el estrés y la depresión (Lins et al., 2021). 

Sin embargo, hoy, generaciones jóvenes (sobre todo mujeres) optan por productos más sostenibles, aunque no por razones de conciencia ambiental y ética, sino por un sentido de individualidad. 

Hace falta más sensibilización e información para el entendimiento de las sociedades sobre las complicaciones ambientales, emocionales y económicas que puede traer consigo un mundo de constante cambio, de rapidez imposible e inmediatez tóxica. 

Por supuesto que me gusta comprar ropa. Por supuesto que me gusta sentir que pertenezco a algún lugar, pero no estoy dispuesta a vivir atada a un sistema que me ofrece una felicidad de mentira a cambio de dinero. 

No estoy dispuesta a dejar de ser yo para evadir las emociones que me da miedo trabajar. Y mucho más importante, no estoy dispuesta a disfrutar un placer momentáneo a cambio de la destrucción del planeta en el que vivo. 

16° Foro de Investigación de la Universidad de Celaya 

16° Foro de Investigación de la Universidad de Celaya 

Autora: Ana Cuevas Romo 

Las habilidades de investigación son necesarias para profesionistas de cualquier disciplina, por ello en la Universidad de Celaya las y los estudiantes de asignaturas como Investigación Aplicada y otras, desarrollan trabajos de investigación para poner en práctica el desarrollo de dichas habilidades. 

Al finalizar sus trabajos de investigación, estudiantes de todas las licenciaturas de la institución presentan sus resultados en un foro anual. En noviembre de 2024 se llevó a cabo el 16° Foro de Investigación de la Universidad de Celaya. En este evento participaron 224 estudiantes, presentando 79 trabajos de investigación aplicada en sus diferentes disciplinas en el formato de poster.  

Los proyectos realizados siguieron el método científico para generar evidencia que respondiera a una pregunta de investigación relacionada con problemáticas de nuestro entorno, desde las diversas disciplinas de acuerdo con su programa de estudios. Además, el mejor trabajo de cada grupo fue presentado como ponencia. Estas ponencias se enfocaron en las siguientes áreas:  

  • Inclusión: 
  • Arquitectura: Criterios y métodos de inclusión de personas con discapacidad para espacios arquitectónicos y urbanos en Celaya. 
  • Derecho: Los derechos de las personas con discapacidad y su ámbito nacional e internacional de protección. 
  • Derecho: Discriminación a personas con síndrome de Down en el ámbito laboral. 
  • Consumo responsable: 
  • Arte Culinario: Análisis de motivaciones, prejuicios y propuestas para mejorar la calidad de platos y opciones veganas en restaurantes. 
  • Comunicación y Medios Audiovisuales: Impacto de Influencers en TikTok sobre el consumo de fast fashion en jóvenes. 
  • Innovación y tecnología: 
  • Diseño Digital: Perspectiva de diseñadores respecto a las implicaciones de la inteligencia artificial y cultura de inmediatez. 
  • Ing. Biomédica: Análisis del impacto del calzado alternativo en atletas. 
  • Batalla de Robots Recargados: Reingeniería del prototipo original. 
  • Negocios: 
  • Dirección y Administración de Negocios Globales: Caracterización del perfil de servicio en restaurantes de Celaya Gto. 
  • Dirección y Administración de Negocios Globales: Factores determinantes en la elección de lugares de entretenimiento para jóvenes. 
  • Ingeniería Automotriz y Sistemas Esbeltos: Diagnóstico del puerto logístico en Celaya. 
  • Ingeniería Industrial Administrador: Consideraciones para la eficiencia en el Puerto Seco Intermodal del Bajío. 
  • Salud: 
  • Medicina: Abandono temprano en la lactancia en mujeres de Celaya: influencia en el tipo de parto y factores psicosociales 
  • Psicología Sistémica: Diferencias de la personalidad entre alumnos de las carreras de Psicología y Derecho de la Universidad de Celaya 
  • Nutrición: Relación entre la masa muscular e ingesta dietética, en adultos mayores con depresión. 

Los resultados presentados incluyen un panorama actual de la situación investigada que proporciona las bases y propuestas de líneas de acción para futuros proyectos de los mismos estudiantes y/o de la comunidad profesional en general. Es posible consultar alguno de ellos con mayor detalle en la siguiente liga: Presentaciones