En los últimos años, la ciudad de Celaya ha tenido un crecimiento acelerado en el ámbito del Turismo de Reuniones y de Negocios, no obstante nuestra ciudad cuenta con un patrimonio rico y vasto en fiestas y tradiciones que son potencial para el Turismo Religioso, un sector al que no se puso atención por mucho tiempo, pero que en los últimos años ha ido ganando importancia, por dicha razón se realizó un panel con expertos en el tema para los alumnos de las licenciaturas en Turismo y Gastronomía.

Araceli Torres, asesora de promoción turística a nivel estatal, expuso que en el mundo existen al rededor de 330 millones de turistas del sector religioso, 34 millones en México, los cuales gastan entre 120 a 1500 pesos diarios cuando hacen una visita de este tipo. Las visitas religiosas suelen durar más que las de otro tipo de turismo pues se contemplan de 5 a 7 días, por lo que la derrama económica es verdaderamente considerable.

Por turismo religioso se contemplan todas aquellas fiestas, costumbres, tradiciones, peregrinaciones, procesiones que comprenden un tema específico de alguna religión.

Además, el Estado de Guanajuato es rico en este tipo de expresiones, según nos cuenta el presbítero Rogelio Segundo, líder del turismo religioso en la región, ya que tan solo en la Diócesis de Celaya, conformada por 11 municipios, existen celebraciones muy arraigadas que forman parte de la identidad de la región y que conservan la majestuosidad de antaño.

La ciudad de Celaya es ejemplo de esto, ya que durante semana santa, hay días como el jueves santo, donde el centro histórico recibo hasta 1 millón de personas en el centro histórico de la ciudad para realizar la tradicional visita de los 7 templos, además de que en esta ciudad se  realiza la segunda procesión del silencio más grande de la República, con casi más de 600 participantes.

Por dichos motivos, es vital reconocer la importancia y el potencial que este tipo de turismo tiene para la región, aprovechando el patrimonio material que tiene la zona ene templos, monasterios, exconventos, obras de arte, así como del inmaterial que se refiere a celebraciones religiosas, que además ocurren todo el año y a veces en lugares simultáneos, permitiendo también mostrar el patrimonio comunitario que se refiere a la gastronomía y artesanías del lugar.

Este tipo de turismo tiene la particularidad de mostrar  como ningún otro la historia, el arte y la cultura de las comunidades, además que por su dimensión religiosa, ligada a lo espiritual, permite la transmisión de mensajes ligados a valores, familia y conservación de tradiciones.