Soy Luis Guillermo Morales y egresé orgullosamente de la Universidad de Celaya de la licenciatura en  Ingeniería Industrial Administrativa.

Antes de egresar tuve oportunidad de hacer prácticas en GKN Villagrán y posteriormente fui seleccionado en el primero programa Trainee de Avon Cosmetics Celaya. Y me es importante compartir estas primeras experiencias como profesionista, pues de la mano con toda la teoría y competencias que desarrollé como estudiante, fue la mancuerna perfecta para mi inicio profesional.

Si bien, la Uni me dio grandes bases para comenzar mi historia profesional y como tal, la nueva forma de enseñanza y medir a estudiantes por medio de competencias creo que es una excelente forma de estimularnos como estudiantes y mejora continua, pues la vida fuera del aula llega a tener retos importantes que solo se pueden superar con buena cimentación, porque es obvio que la experiencia no es el “fuerte” de un recién egresado.

Al egresar de la  licenciatura comencé a trabajar en Beta Procesos, empresa orgullosamente celayense en donde nos dedicamos a la fabricación, venta y distribución de detergentes y sanitizantes para industria alimentaria e institucional. Mi primer puesto fue como Jefe en el área comercial operativa, en donde me encargaba de revisar los procesos de limpieza y sanitización de nuestros clientes. Esto contemplaba dar capacitaciones masivas y personalizadas, tanto en campo, como en aula. Hasta la solución de problemas técnicos y mejora continua en la aplicación de los productos.

Después de 5 años tomé mi posición actual, como Gerente Comercial Administrativo y Mercadotecnia a nivel nacional. En donde principalmente me encargo de temas como  costos y control de recursos para servicio al cliente, análisis y autorización de inversiones de equipamiento a nuevos clientes, desarrollos de lista de precios, análisis de costos comerciales y realización de propuesta para prospectos potenciales.

Cada día sigo aprendiendo cosas nuevas, pero algo que afortunadamente aprendí en mi corta experiencia es el “seguimiento” a mis objetivos y anotar cada uno de ellos. Ya sea seguimiento diario, semanal, quincenal o mensual, pero siempre SEGUIMIENTO! Tengo un excelente equipo de trabajo pero he comprobado que cuando dejamos de medir las acciones y fijar metas, nos perdemos en el camino.

La mezcla entre mis habilidades blandas, estudios y corta experiencia me han llevado a ciertas micro-victorias profesionales:

  • Por segundo año consecutivo he generado un aumento de ventas a nivel nacional por un 4.8%. Con el simple hecho de ejecutar y dar seguimiento al aumento de precios anual (inflación) de todos nuestros clientes en México. Esto nunca había sucedido en la historia de la compañía, pues era “tedioso” dar seguimiento a 1,200 clientes dispersos en todo el territorio nacional. Aunado al excelente trabajo y habilidad nata de mi Director Comercial, logramos un aumento de ventas del 22.1% en 2018.
  • Logré reducir los gastos de servicio al cliente en un 14% desde el 2017. Llegué a este resultado con acciones simples pero mucho seguimiento: medí los gastos, verifiqué cuanto realmente era lo necesario, y luego topé  presupuestos mensuales por cada persona que daba servicio al cliente. En 2018 logramos automatizar el proceso con ayuda de nuestro departamento de Tecnología de la Información, con la creación de un portal electrónico Beta.
  • En este momento estoy midiendo la frecuencia de visitas al cliente, que es parte fundamental en nuestro giro, el servicio. En agosto de  2018 teníamos un cumplimiento del 57% a nivel nacional, en marzo 2019 vamos en un 79% de cumplimiento. Y seguro cerraremos 2019 con un 90% de cumplimiento. Lo que aumentará  la confianza y lealtad de nuestros clientes actuales y futuros.

Creo que la ecuación del éxito si existe   y se basa principalmente en Pro-actividad + Conocimiento, ambas en nuestras manos.

Reconozco el trabajo de la Uni como parte educativa e impulso al desarrollo de las competencias que los estudiantes necesitamos para el inicio de nuestra vida profesional. Espero de Celaya, una ciudad competitiva a nivel nacional, no solo en industrialización y tecnología, sino en talento humano.