Autora: Concepción Aracely López Mandujano 

“El mundo entero les pertenece sólo a aquellos que se atreven a intentar lo que parece imposible” (López, 2024) 

¿Alguna vez pensaste que un intercambio, puede cambiar el rumbo de tu vida? Bueno, yo te puedo asegurar que es completamente cierto. ¿No me crees? Dame un par de minutos, y permíteme contarte mi historia en Singapur: 

Desde chica he sido una persona a quién le emocionan los retos. Creo firmemente que solo saliendo de tu zona de confort y poniéndote a prueba es como realmente puedes mejorar tu persona. Mi estancia universitaria no fue la excepción. Siempre busqué qué más hacer para desarrollar o mejorar mis habilidades, por ejemplo, hablar frente a un público cada vez más grande, o más exigente, o proponer proyectos con cada vez mayor grado de complejidad, entre otras cosas. 

Partiendo de este punto, el poder tener una experiencia internacional pasó a ser mi siguiente meta por cumplir. Y aunque en aquel momento que me lo propuse no tenía el camino claro, sabía que lo lograría.  

Entonces, un día de enero del 2024, navegando por Instagram, me topé con un video de parte de juventudes GTO, donde se dieron a conocer las becas que lanzaría dicha institución para el 2024. Se mencionaron muchos destinos, uno de ellos el país de Singapur, y pensé, ¿qué mejor destino, que un país al otro lado del mundo? Mi intuición me dijo que ese país era mi próxima aventura, y comencé a investigar a tal país. 

Me di cuenta de que es un país desarrollado, con una cultura totalmente diferente, sustentable, con avances tecnológicos impresionantes, además de ser un destino muy turístico. Al saber esto, quedé aún más interesada por dicho programa y cuando llegó el momento, apliqué.  

Al pasar a ser semifinalista, quedé un poco decepcionada cuando al momento de la entrevista por parte de los directivos, me preguntaron qué de mis proyectos era lo que tenía respecto a administración de negocios, para ser yo una de las ganadoras. Es decir, en qué se alineaba lo que yo había hecho o planeaba hacer, que coincidiera con el objetivo del programa. Verdaderamente sentí que no había podido plasmarlo lo suficientemente claro y que no ganaría. 

Sin embargo, un 10 de mayo a eso de las 9:30 de la mañana me llega un correo con la increíble noticia. ¡Me iba a ir a Singapur!  

Después de un mundo de emociones y un viaje corto de tan solo 42 horas, con un grupo de 20 jóvenes que no conocía hasta ese momento, llegamos a nuestro destino. 

Cuando investigué el país, se mencionaba que era un país con unas vistas impresionantes, combinadas tecnología con sustentabilidad, ¡no estaban mintiendo! Es más, yo pienso que las fotos no le hacen justicia a lo que es en realidad. Además, es un país muy seguro, debido a los castigos impuestos por parte del gobierno y la cultura del respeto a la ley que la gente tiene. No por nada lo conocen como el “Disneylandia con pena de muerte”. 

Uno de los fuertes de la ciudad-estado, es el hecho que es un muy buen lugar tanto para crear, como para estudiar negocios, que fue justo a lo que fuimos: a un curso referente a la administración de negocios en la Singapore Management University. 

Ese curso nos fue impartido por varios expertos, como el director de la facultad de negocios de la Universidad, el encargado del StarUp de la compañía de Huawei, e incluso ¡el mismísimo Ivan Chang! 

Nos enseñaron la correcta elaboración de un modelo canvas de negocio, un buen pitch, la elaboración de un estudio financiero, estudio de mercado, entre otras herramientas muy útiles. 

Incluso nos animaron a salirnos de nuestra zona de comfort exponiéndoles a ellos acerca de un negocio mexicano, para ellos poder conocer un poco más acerca de nuestra cultura. A decir verdad, era mi primera experiencia donde hablaba inglés con un nativo, y el hecho de exponer frente a directivos de otro país, y además convencerlos del hecho que lo que estábamos presentando era un gran negocio fue un gran reto, sin duda. 

Tuve la oportunidad de visitar los Jardines de la Bahía, el famoso y emblemático hotel de Marina Bay, el museo de Singapur, Fort Canning, el Merlión, entre muchas otras atracciones turísticas, sin embargo, me parece que mucho de la experiencia es la gente con la que convives, y efectivamente, el grupo con quienes iba a dicha experiencia eran chicos con un enfoque diferente al que estamos acostumbrados, y eso te cambia tu perspectiva y la manera de ver la vida. Además de, por supuesto, convivir con gente de una cultura muy diferente a la de mi México lindo. 

En este viaje, además de aprender temas muy valiosos referentes a negocios, me llevo una total experiencia de vida donde aprendí de otras culturas. Es tan enriquecedor tener contacto en un mismo lugar con culturas tan cercanas, y a la vez tan diferentes. Esto, porque ahí coexisten personas de países como China, India, Malasia o Japón, por mencionar algunas. Además, conocí gente con quién sigo teniendo contacto, y que me enseñaron lo siguiente: soñar a lo grande, es posible. Si alguno de nosotros no se hubiera arriesgado a aplicar o a decir sabes qué, ¿por qué no intentarlo? Nuestra vida seguiría siendo la misma que antes de esta experiencia. Sin embargo, el atreverme a intentarlo es algo que no cambio por nada, y sin duda seguiré haciendo.  

A veces se nos dice que para lograr algo, solo el cielo es el límite. Sin embargo, a mí me puso a dudar mucho Katya Echazarreta al momento de lograr ir al espacio, siendo la primera mujer mexicana en hacerlo. A partir de ahí, prefiero la frase “solo tu mente, es el límite”. 

Mencionando todo lo anterior te puedo confirmar que sí, la perspectiva y rumbo de mi vida fue muy diferente después de esta experiencia a Singapur. A partir de ese momento, mi enfoque y manera de ver el mundo cambió sin duda, por algo mejor. Todo el conocimiento, culturas y experiencias me las llevo para toda la vida, recordándome a diario que se puede ser mejor cada vez. Me encantaría darte más detalle acerca de este sentimiento, sin embargo, te invito a que te atrevas a vivirlo tú mismo. Solamente puedo decirte que, como yo, tú también puedes lograr ir a ese país que tanto te llama la atención, o lograr cualquier otra cosa que te propongas. La cosa, es que creas en ti. Y recuerda, que el mundo entero, les pertenece solo a aquellos que se atreven.